Con el sonido del papel de seda
desgarrándose, el portal se abrió junto a la ventana de mi habitación. Para mi
sorpresa o, más bien, para mi falta de sorpresa, no solo sabía lo que era sino
que tenía el tamaño exacto de mi cuerpo.
Sin pensarlo,
sin querer pensarlo, sin necesitar pensarlo, me arrojé a través de él, del
portal, de las dimensiones, del espacio y del tiempo; para acabar, finalmente,
de entre todas las infinitas posibilidades del universo, apareciendo en la
misma habitación que acababa de abandonar.
Un instante
después, con el sonido de un papel de ceda desgarrándose, el portal se abrió
junto a la ventana.
Volví a no
dudar y a lanzarme sobre él.
Y en el
siguiente que apareció junto a la misma ventana de la nueva habitación en la
que apareciera; y en el siguiente después de esa.
Dejé de contar
las réplicas idénticas de mi habitación que se sucedían ante mis ojos aburridos
del paisaje, tan sólo continué desplazándome. Ninguna variación perceptible me
permitía decir si había algún cambio entre una y otra; por otra parte, tampoco
permanecía en cada habitación el tiempo suficiente como para realizar un
análisis semejante.
Sabía lo que
ocurriría al final, si es que final alguno existía en aquello. Lo había leído
en algún sitio de la red, o tal vez en un antiguo códice, en los grimorios que
revisé para la redacción de mi tesis de maestría, en algún cartulario medieval
de los que leía por aburrimiento, en el horóscopo de ayer o en la pared de algún
baño público. Ansiaba que sucediera, pero algo, quizá yo, quizá él, o la
impotencia de la maquinaría celestial lo impedía; había entrado en el juego sin
dudarlo, era tarde para abandonarlo en ese momento.
Debía
continuar atravesando habitaciones con la tenue esperanza de llegar, quizás, a
una en la que me encontraría a mí mismo, esperándome con la misma parsimonia
con la que ahora me buscaba, para decirme que todo lo anterior había sido en
vano.
Y, para peor,
debería volver a recorrer desde el inicio aquel maldito teseracto hasta volver
a encontrarme.
14 comentarios:
muy bueno, el eterno retorno de lo mismo (pero fijate bien, siempre veras que alguna sea insignificante algo cambia entre habitacion y habitacion, es lo que hace que se hable del retorno de lo diferente, aunque la diferencia sea minima
abrazo
Druida.
La impulsividad es un lujo que se dan solo las bestias..
Los Dioses contemplan.
Quizás cada habitación sería una "estación" más en busca de ese recomenzar...
Si, yo creo que si :)
Muy Borges!
-- lo peor de todo es perseguirse sin encontrarse, correr a todos lados para saber terminar sabiendo lo que uno ya temia saber: que ni siquiera a si mismo se tiene uno; que soledad caraxo!!!
YEAH!, puedo seguirte, pero a través del portal no se, tengo el pasaporte vencido.
jlg
No se si se guardó el anterior, esto de estar sin PC me mata.
Te decía que ahora si me aparecen tus actualizaciones y que no se si podré "SEGUIRTE" por el portal (el chiste que había hecho venia de ahí) porque me parece que tengo el pasaporte vencido... hasta cuando se escribe si se repite el chiste pierde gracia.
Che, el mes CI-FI está yéndose a la mierda pero bien, cada vez me gusta mas!
jlg
Por satanás... se guardo el mensaje anterior???
jlg
Me fascino...y me recordo en parte al Lugar de Mario Levrero...
un abrzo...
...y es que, independientemente del método empleado, uno no puede escapar de uno mismo.
Druida de Noche: Las cosas cambiarán, si, pero ¿seremos capaces de notarlo?
Malthus: Entonces, ¿Soy un dios, una bestia, un hombre o un híbrido?
Andreita: Puede ser, pero yo sigo avanzando sin más...
Dulce Daniela: ¡Gracias!
Jota Pe: En definitiva, Platón tenía razón cuando puso en boca de su personaje, que 'sólo sabemos que no sabemos nada'
Joe: Yo entendí el chiste... Y los trámites burocráticos para el pasaporte me tienen cansado...
Titán: Por algo tengo la Trilogía Involuntaria en mi mesa de lectura. Gracias
Mikkonoss: Lograrlo sería todo un acontecimiento. Y gracias por el otro mensaje.
Saludos a tod@s
pffffff ojala!me gustaria estar tan buena como los dibujos de maty xDDD jajaja
pasaba
sammy
Siempre creí que el ser humano era un híbrido pero vos.. vos me desconcertás.
Me hubiera gustado que se encuentre...
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