lunes, 18 de mayo de 2009

Auto de Fe


Nos dijeron que dios estaba en los bosques, en cualquier bosque, y que allí debíamos ir y adorarle.
Luego, dios se transformó en árboles o animales, y sus representaciones fueron sagradas; no podíamos cazarlos, ni atacarlos, ni mucho menos comer sus frutos.
Después, dios tomó la forma de hombres o mujeres, cuando no se ambos, con pasiones y bajezas, al igual que el resto.
Más tarde, dios abandonó la naturaleza prefiriendo un templo decorado, lleno de dádivas y riquezas.
También se transformó en una voz de trueno que llega desde las alturas, rechazó los animales sagrados, los árboles consagrados y los templos profusamente decorados regresando a uno mucho más austero.
Abandonó sus templos y moró en cada uno de aquellos que, como sus creaciones, conservaban un fragmento de su esencia en su interior.
Cuando dios quiso recuperar su ser, todos volvieron a ser meros hombres que lo adoraban en sus nuevos antiguos templos, con viejas canciones y olvidados rezos.
Ahora dicen que dios está en todas partes, en ti y en él, en esto y aquello, aquí y allá. Donde mires ves a dios, pero no puedo creerles.
No creí cuando hablaban de bosques, animales y árboles sacros; cuando se encerró en templos más grandes o más pequeños, tampoco creí; mucho menos podía creer en dios hecho hombre, ni repartido en muchas de sus creaciones, en todas ellas o solo en algunas. Nunca creí.
Era muy fácil no creer en nada de ello, por que YO soy dios.

22 comentarios:

Wild dijo...

Ostia!! eres DIOS y yo sin enterarme ;)

Dani The Girl dijo...

yo quiero que me muestres tu DNI

SIL dijo...

Por fin encuentro la explicación de tu talento para escribir, mi adoración hacia tus letras y la dureza de tus comentarios hacia las mías !!!!!!!

TODO tiende tarde o temprano que revelarse...
BESOS DE AZÚCAR.

Geraldine, dijo...

super ego!...

Antonio dijo...

Yo también soy dios... soy el responsable de mi creación cotidiana, de gestionar mi vida, de tomar mis decisiones, de creer o no creer en algo, de comunicarme con los demás para dar y recibir energía, argumentos, ideas y crecer hasta el final... pero no me dejan, me coartan, me silencian, me... ¡Dios...! ¿Cuando se irán los agoreros del ayer y nos dejaran crear el futuro libremente?

mikkonoss dijo...

...y yo tambien soy dios.

Mechi.- dijo...

entonces yo soy diosa (?) :P

Pazchi dijo...

Yo soy la ira de Jack...

Cuenta para algo?

Saludos!

Pazchi

((Cioran el pirata)) dijo...

me inclino ante tantos dioses, yo soy un simple mortal que ama el desorden de su existencia
en días como hoy comienzo a creer que el cielo es muy pequeño y lo infinito accesible

seguire buscando un nuevo modo de sentir.

Bla dijo...

¡Por Crom! ¡Estás maldito!

K@ri.- dijo...

cayeron los Dioses....

Juan Carlos Eberhardt dijo...

¡que lindo , todos somos dios,un mundo lleno de dioses, !
no nos peliemos,¿quedara un hombre que nos adore?.
no busquemos mas la verdad aqui todo se ha resuelto un abrazo de dios

El Titán dijo...

Tampoco creas eso, amigo...
Como siempre, un texto sin mácula...

Tenshi Ibarrx dijo...

Yo soy dios, pónganse todos en la fila, chiquis. No ven que no me ven?? Soy dios!!
Dragón, lindo cuentito. Yo tampoco creo en dios, creo en diez, diez pesos por día, eso es todo lo que puedo gastas, no dios, diez.
au revoir

Santiago dijo...

Alguna vez -cuando todavía tenía la desvergüenza de escribir- escribí un cuentito sobre un hombre que quería hacer un Golem. El cuento terminaba así: "Entonces tuve una revelación. Comprendí que el centésimo nombre de Dios es diverso e irrepetible, que no pudieron conocerlo Yizhak, el Ciego, ni Moshé de León, ni los antiguos hasidim alemanes. Aquel día, cuando declinaba la tarde tras los cristales de mi estudio, tomé la determinación final. Con severa paciencia me acerqué al muñeco de barro y articulé las letras. El Golem abrió sus ojos de tierra y se irguió. Sonreí con vanidad, con orgullo, con la omnipotencia que da el poder de crear la vida. El centésimo nombre era mi nombre. Yo soy Dios."

La misma idea, ¿no?

Cosa curiosa.

Antonio dijo...

Me encanta este Olimpo...! ¿Bajamos a la tierra a hacer barrabasadas? Claro, si os apetece a todos los dioses del Olimpo... y si no los que se apunten... ¡Vamos!

Laura dijo...

O sos argentino, o sos Maradona. O las dos cosas.
Igual, bien por tu autoestima!

P dijo...

Mmmmm si eres Dios, ve preparando los oídos para mi lista inacabable de quejas ;)
Pero tienes suerte, no creo en dioses, sólo en mi. Como tú crees en tí.

Felicitaciones por tu ego bien alto y, de más está decir, por el relato. Tienes una capacidad algo rara, me sorprendes cada vez que entro a leerte. Considéralo un cumplido.

Bises.

JLV dijo...

Hola D:
Ya percibía yo algo celestial en tus textos.
Muy bueno.
Saludos.

Anónimo dijo...

Wild: Así es, me extraña que no lo supieras.

Dani the Girl: Viene en camino.

Sil: Algo así.

Geraldine: De eso nada, sólo realidad

Antonio: Una interpretación perfecta de esta entrada, gracias Antonio.

Mikkonoss: Todos los somos, pero no queremos darnos cuentas.

Mechi: Si.

Pazchi: Podemos ser lo que querramos, nada nos limita.

Cioran: Nadie es un simple mortal, la chispa de la vida nos inunda a todos, y todos tenemos las mismas capacidades.

Malthus: Puede ser.

K@ri: ¿Y se lastimaron?

Juan Carlos: Todos somos héroes anónimos... eh, no, digo, todos somos dioses, si, así es.

Titán: Gracias

Barbie: Es una buena opción, pero si podes vivir con $10 por día decime cómo haces.

SAntiago: Me gusta el final, me gustaría leerlo completo.

Antonio: ¡Vamos, yo te acompaño!

Laura: El autoestima no tiene nada que ver. es un Otro Mundo, una dimensión desconocida. ¿Qué tiene que ver madona en todo esto?

PaUh: Gracias, pero no es cuestión de ego, es cuestión de ser uno mismo.

JLVasconcelos: Gracias. Los dragones siempre andamos par el celeste cielo

Saludos

Manco Cretino dijo...

Pero...pero...pero... qué emoción, herman... perdón!!! Su señoría majestad de majestades, Ancho de Espadas!
Milagro! Milagro! Cómo es que tu, bienamado, has bajado a mi humilde blog, dejando tus más sabias palabras...
Le pertenezco.
Alabando... Manco Cretino

Anónimo dijo...

De nada, amigo Cretino, de nada.

Saludos