sábado, 25 de abril de 2009

Una vida exenta de sueño


La apuesta era fácil. Pasar siete noches y siete días sin dormir. Sin ayuda de nada (tecnología o droga), ni nadie (amigos o dioses). El premio, por otra parte, ameritaba el esfuerzo de ciento sesenta y ocho horas sin dormir.
Las primeras cincuenta horas fueron, por decirlo así, casi una fiesta. Para no dormirme evité las lecturas. Me aburriría más rápido de esa manera, pero no caería en el sopor de la Guerra y la Paz, del Quijote, ni de conjuras intergalácticas.
Inventé, por lo menos, cuatro nuevas formas de hacer trampas en el solitario que hasta ese momento no conocía. Dibujé los planos de una ciudad ideal para una zona inundable de la capital federal.
Pasadas las ochenta y seis horas comenzaron las voces. Creía que eran un intento por distraerme, pero las voces relataban mis acciones y mis pensamientos, mis sensaciones y mis emociones. Pasé las siguientes cinco horas buscando micrófonos en la habitación. Sabía que había dos cámaras que firmaban cuanto hacía, pero no encontré ningún micrófono.
A la hora noventa y tres de mi vigilia, una de las paredes comenzó a proyectar imágenes, películas y secuencias. La misma pared que había revisado antes y no resultó ser más que concreto.
A las noventa y seis horas, las imágenes tomaron cuerpo y comenzaron a interactuar conmigo. Un soldado, una bailarina de valet y un payaso me hablaban de sus vidas, monótonas y aburridas quién sabe en dónde.
Media hora después, me defendía de sus ataques arrojándoles todo lo que tenía a mano. Allí fue cuando me quedé sin más tazas para el café.
No recuerdo qué abrieran la puerta para salir; pero luego de que parpadeara varias veces, ya no estaban allí. Me quedé sólo en medio de mi desorden.
Acomodando las cosas, dejándolas en su sitio, pasé otra media hora. Después de ello no me quedó mucho por hacer más que esperar que el reloj girara aún otras setenta y un veces más.
Con la humeante taza de café (la número diecisiete en lo que duraba el proyecto y bebiéndola directamente de la cafetera), me senté a mirar el reloj. Ya no confiaba en mis cartas, ni en mis sentidos. Es cierto que las voces habían desaparecido junto con las imágenes; pero aún me encontraba allí, bajo la luz blanca del laboratorio y sin más que hacer que mirar el mecánico caminar del reloj.
Bajé la guardia, me distraje, el café reavivó mi soñolencia en lugar aplacarla. Efecto paradojal, pensé luego. Pero ignoro cómo sucedió, o por qué. Sólo sé que sentí que sacudían mi hombro. Abrí los ojos que no debían más que parpadear y encontré la cafetera rota en el suelo, el café frío manchando mi pantalón, y uno de los asistentes del laboratorio que, con rostro serio y no sin cierta malicia me decía:
—Despierte, doctor. El proyecto Gilgamesh ha fracasado, otra vez.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay tres referencias muy claras en ésta historia. El que las descubre tiene premio...

Saludos

Vacilos del alma de un bohemio dijo...

Temperamental desde que tengo uso de razón...

Disculpas pido por mi ignorancia, que no es la del resto de la banda... Ellos son más ignorantes... Soy Germán...

Pero, realmente, no entiendo la ironía, Don Dragón... Pues ella es un lujo de la inteligencia... Y yo no me puedo dar dicho lujo...

Saludos...

Germán.

P.D: Retiro lo dicho en la P.D de los 150 monos... Ya que el título de su otro blog debe ser otra ironía y no una soberbia...

Juan Carlos Eberhardt dijo...

yo lo que se es que vos no participaste en el proyecto matusalen, que es siete dias con tu suegra(ella sin dormir)

Mechi.- dijo...

Tres veces lo lei, pero no creo descubrir las tres referencias :S

El Titán dijo...

Excelente...

¿Dark City?
¿Superman II?
¿El Eternauta?

Lord Reinberg dijo...

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Comics del Mundo
hoy: Las Leyendas de Hoy III, de Enki Bilal y Pierre Christin

www.comicsdelmundo.blogspot.com
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Anónimo dijo...

Vacilos: Te respondí en tu blog, espero que se aclare el tema.

Juan Carlos: Gracias, paso.

Mechi: ¿Tal vez la octava es la vencida...?

Titan: Ninguna de las tres. Hay una que es muy evidente, las otras dos están un poco más escondidas.

Lord Reinberg: Me hubiera gustado que además de hacer publicidad comentaras alguno de los textos, pero bueno, siempre hay una segunda vez, ¿cierto?

Saludos

Bla dijo...

¿Referencias a qué?

tisbe dijo...

El escrito impresionante como siempre,el experimento,terrible a mi modo de ver.

Me parece imprescindible tratar de compaginar el mundo despierto y el soñado,todo está ahí,vida dentro de vida,soñada,despierta.

A mi modo de ver es imposible una vida exenta de sueño amén de poco deseable,todo ha de encontrar su espacio,la vigilia y el sueño evitando que entren en contacto,que unos ocupen el espacio de los otros que se mezclen realidades y sueños o...caos y desorden

Tres referecias ?No sé,la realidad,el sueño,la lucha entre ambos...y lo que queda tras su lucha si se enfrentan,el desorden,el caos,los sueños...evaporados.

Lo que nos haces discurrir !

Un abrazo

M i A dijo...

Yo solía decir lo mismo... espero nunca tengas que tomarlas... ni te pase lo que a mi, saludos

Anónimo dijo...

Como veo que nadie entendió, aclaro, las referencias son a obras literarias y/o peliculas/series de TV

Saludos

M i A dijo...

Y q pasara si todo lo q conoces de ti se te invierte de un dia para el otro.... cuando tu cabeza crea un mundo paralelo al tuyo... cuando no puedes ser conciente de tus actos x mas q quieras... es un tema muy delicado y ademas complicado!

JLV dijo...

Hola D:
Muy bueno, atrapa enseguyida. Mantiene la tensión y el final, preciso.
Las refeencias: las intuyo, las presiento pero el parloteo de las paredes me impide desatar la hebra de la ironía.
Cuál era el premio.
Saludo.

Juan Carlos Eberhardt dijo...

mil disculpas, el comentario anterior fue hecho por mi señora que se metio en mi blog,una de las pocas que leyó el ulises de joyce completo y por lo tanto ve cosas

mikkonoss dijo...

El final me llevó a Sumeria, y allí me quedé, entonces los siete días y siete noches que eran seis, fueron las de Enkidu y Sehmeth. Y Envidié a Enkidu, claro. Y como mucho que la busqué, y Uthnaphistim y la inmortalidad fueron un cuento, solo pude tener recuerdos del futuro, y así, el 86 y los micrófonos, y las voces fueron James Smart. Ah, y ahora vienen estos señores de blanco tan amables cuando no los hago enojar, y no puedo seguir escribiendo...

Anónimo dijo...

MiA: Son formas de verlo. Una persona no cambia de un día para el otro.

JLVasconcelos: El premio era un: 'Muy bien, felicitado'

Juan Carlos: está dusculpado señor. Las mujeres son así.

Mikkonoss: Andan por ahí cerca las referencias, ya tenes una, te faltan dos más.

Saludos

Bla dijo...

Me matás, no sirvo para los acertijos.

Nelson dijo...

Bueno, dos errores ortográficos que deslucen su querido y buen blog mi estimado: filmaban por firmaban y que por qué.

Sobre las referencias que mencionas, la verdad, muy interesante. No encuentro ninguna, Gilgamesh por un lado, pero no lo puedo asociar ni con el insomnio ni con una empresa de este tipo, a parte de que sería una idea propicia para un personaje como él. El soldado, la bailarina y el payaso son una clara referencia a algo que no sé pero que sin embargo, pareciera que lo tengo en la punta de la lengua.
En fin, sácanos de la duda.

Anónimo dijo...

Malthus: Es más fácil de lo que parece.

Hombre de Neanderthal: Gracias por marcarme los errores. La referencia a Gilgamesh es la más ovbia, otra de las referencias viene por el lado de lo que mencionas. Y la tercera todavía nadie la notó.

Saludos