Podía ver toda la ciudad, los techos
y las antenas, el cableado viejo y obsoleto y, un poco más abajo, la mugre
acumulándose en los rincones de las calles. Desde allí arriba era una ciudad
cualquiera, sin importancia, sin características particulares; pero sabía dónde
me encontraba. No lo dudaba.
Gente pasaba
junto a mí, abría sus alas y echaba a volar hacia el sol, como Ícaros
obsesivos. Decían algo antes de partir, en voz baja, inaudible, un hechizo
secreto de purificación y altura. Un mantra que los protegía, tal vez.
Había olvidado
cuales eran esas palabras y nadie iba a decírmelas. Cuerpos sin rostros pasaban
junto a mí, en una sucesión sin fin, para desaparecer entre las nubes amarillas
del cielo verdiblanco.
Quería volar,
quería irme, hundirme en los cúmulos de nubes, acompañado por mis alas. Pero no
recordaba las palabras. S+olo me quedaba verlos partir. Porque, después de todo:
—Siempre
alguien se va —sé que dije en voz alta sin que nadie se detuviera a
responderme.
17 comentarios:
Exacto, es lo lógico, allá las cosas están para la cuerda, o sea malas, lo que les queda es traficar, con todos los riesgos que implica, como el que pasó, el del derrumbe. Cosas de la vida que pasan por todos lados. Suerte.
Linda historia, me gustá la idea, tal vez la use, aunque me acabo de recordar que tengo una pendiente, en realidad, mucho, adiós.
Bella historía. Y si... siempre alguien se va, y otro llega.
besos
ay
no sabes lo mucho que me llego lo que escribiste
muy grato :)
En mi caso, intercalo entre ser la que se va y ser la que se queda... la primera es un poco mas facil, pero siempre es triste...
sera que hay que acostumbrarse a que es asi hasta que alguien invente la maquina teletransportadora de living a living :P
que bueno que seria...
¿Por qué no te las iban a decir?
Malditos bastardos... muy angelicales y brillantes, pero terminaron siendo unos forr*s después de todo.
uh, què flash. Me transportò a un mundo bilalesco. me encantò.
y nunca aprendemos a acostumbrarnos de las despedidas...
´Buenísimo!me transportó a un mundo Bilalesco.
Nadie le respondió, pero seguramente más de uno lo escuchó, al menos eso creo...
Pero siempre alguien llega también, es el devenir de la vida.
Cariños Dragón!
Dal.-
Yo creo haber escuchado algo como... "soyez vous-même, et rêve", fué a orillas del Sena.
Siempre se van.
jlg
Zeta: Gracias, si la historia te sirve como disparador para otra es que estoy haciendo bien las cosas.
Entredada: Y el que llega algún día se irá también, y el ciclo continuará...
Lulu: Gracias por tus palabras Lulu
Mechi: La tecnología que sirve para 'conectar a la gente', termina por aislarnos más y más sin que nos demos cuenta. Lo mejor es el contacto piel con piel.
Patto: Tal vez porque yo debería saberlas...
Checly: No sé que es un mundo bilalesco, pero igual lo tomo como un cumplido...
Anartista: Nunca, no sé si eso es bueno, malo, o simplemente es.
Dal: Se hacían los sordos, eso seguro porque ellos tenían las palabras y conocían el secrfeto y yo no.
Mikkonoss: Tal vez el problema era que no sé francés, ni en la vigilia ni en mis sueños...
Jlg: Siempre.
Saludos
Yo entendí, o quise entender, algo así como... "sé tu mismo, y sueña..."
No hay nada mejor que mirar una porción impersonal de espacio (como decís, el cableado, un techo por ahí, un cartel) y poder reconocerlo en cualquier parte del mundo como Casa.
Saludos!
Mikkonoss: Ahora, si... Gracias por las palabras.
Laura: Es que el mundo es nuestras casa, las fronteras y divisiones arbitrarias son pura ficción.
Saludos
Hola D:
Ícaros obsesivos; desfilar de rostros; nubes amarillentas...
Lindas imágenes.
Siempre alguien se va, y seguir en lo tuyo, a pesar de la indiferencia.
Saludos.
JLVasconcelos: Gracias por el comentario, ayuda mucho continuar haciendo lo mismo cuando todo a tu alrededor no deja de cambiar.
Saludos
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