Agitado, respirando entrecortado
y con el martillo en sus manos, miraba los restos del reloj despertador que
acababa de destruir.
El condenado
aparato funcionaba mal, lo que hizo que sonara cada quince minutos a lo largo
de toda la noche; hasta que su dueño, fastidiado y desfalleciendo de sueño,
buscó entre las herramientas de la caja adecuada y redujo al aparato a un
amasijo de cables, plástico y diminutos fragmentos de vidrio (o al menos parecía
serlo).
Satisfecho y,
por fin, en silencio, se acostó una vez más con la intención de dormir largas
horas, dejando el martillo junto a la cama para no perder más tiempo. Se cubrió
con las sábanas y los cobertores, cerró los ojos y se dejó llevar…
…hasta
que el teléfono comenzó a sonar.
21 comentarios:
Uy que bajon!
Yo me despierto con la alarma del celular... mataria dos pajaros de un tiro :P
Beso!
Últimamente los despertadores me juegan malas pasadas... Creo que dejaré un martillo junto a mi cama...
Besos lunáticos!
no hay nada MAS molesto que el despertador, fuckin' inventos del hombre moderno ¬¬'
Como siempre, un deleite a los globos oculares, Mr Dragón.
Mmm... floji.
saludos
Hola, bueno, recién puedo comentarte, aunque no gozo de mucho tiempo, llevo media hora de atraso en este día. A ver:
No estoy muy seguro de lo que dices al principio, recuerda que la sumisión de la mujer viene de mucho más atrás, incluso desde la época cavernaria, donde un hombre era dueño de unas 10, 15 mujeres, que compartía con sus vecinos y todo eso, según estudios, y en tanto la violencia era distribuida con cuidado: el padre se encargaba del trabajo y las finanzas y era el respaldo de las reglas, la mujer esa su comisario, por así decirlo, velaba por que se cumpliera el orden impuesto en casa. Pero aparte de eso la violencia hacia el niño venía de una ignorancia cultural, la gente creía que la violencia no afectaba de modo negativo a los niños, todo lo contrario, mientras más golpeados y corregidos eran mejor, por eso muchas cosas de antes no se ven ahora, aunque persisten, lamentablemente lo hacen por una desidia por parte de la sociedad para erradicar o por lo menos disminuir la violencia. Algo curioso que deberías saber es que en una época, me parece la Renacentista, las madres estaban excluidas de cuidar a sus hijos, por eso la existencia de las nanas o comadronas que se hacían de ese cuidado, recién en otra época esto empezó a cambiar, ahora se sobreprotege al menor, igual o peor daño. La mujer, creo, se liberó un poco antes, pero la revolución por las libertades que exigían ocurrió por ahí...Aunque sigo sin estar convencido del cambio de roles, más bien me acuerdo que los hombres somos de naturaleza más agresiva, y en el caso de la violencia la mujer ha repetido esa violencia, aunque creo que su naturaleza poco tiene que ver en eso.
Lo que me dices de las mujeres indias no lo había escuchado nunca, espero poder leerlo en alguna ocasión, aunque yo no le veo tanto como una ironía ni tampoco le encuentro mucha relación con el asunto del maltrato. Las diferentes culturas ponen su cuota, y en ambos casos eran un modo de sumisión hacia las mujeres. Ya quisiera ver mujeres con los pechos descubiertos por acá, pienso que daría ánimos, aunque el cambio de la India, la idea de ocultar, afecta la libertad sexual, pero ese es otro tema también. Lo importante es que en ambos casos las mujeres no estén sujetas a esos requerimientos y sean libres de ser como quieran, desnudas o vestidas, etc., y no olvides que la violencia se transmite en parte por la sociedad. Suerte, gracias por escribir.
No me parece raro, a mí me molestan a muerte los sonidos que hacen los caños descompuestos, pero no el ruido de los camiones cuando pasan, etc. Suerte, me recuerda a algo que escribí hace tiempo.
Mechi: Hacelo, sé lo que te digo, ¡se viene la rebelión de los celulares!
Lunática: Espero que con ésto no se incremente el índice de golpeados con martillos en las guardias de los hospitales.
Dani: ¡¡Eso mismo!! Yo quiero despertarme con el sol no con el despertador
Morrigan: Muchas gracias.
Barbie: Bueno. Saludos.
Zeta: Todo tu extenso comentario intentaré responderlo en tu blog (cómo te gusta escribir). En cuanto a la otra parte del comentario: 'El silencio es oro' decían mucho en mi casa.
Saludos
Bueno, la cosa es un haiku, malo, pero haiku al final, y nada, la respuesta la vemos luego, lo de la casa no lo entedí muy bien, pero en fin, suerte, chao.
Muy bueno. Llego aquí desde el blog de Merche y me quedo.
Un saludo
Jesús Domínguez
Mmmmmm sí hay algo más molesto que el despertador .... y es despertarse una porque sí am las 7 am un sábado!
Será de Dió .... un día q puedo dormir ....maldito biorritmo, maldito reloj biológico .... y para esto no hya martillo q valga sres!
Beso!
Yo propongo que se compre un gallo, cuando le da con el martillo mata dos pajaros de un tiro! almuerzo para el medio dia...
Voy a dejar el martillo cerquita de mi cama, para los días q me olvido de desprogramar el celu y suena el domingo a las 06:30hs. y me quiero matar!
Saludos
Muy lindo lo q escribís voy a pasar más seguido.
Zeta: Paso a explicartelo otra vez, no te preocupes.
Jesus dominguez: Bienvenido
Daria: Bueno, pero a tu cuerpo no lo podes martillar mucho, me parece, porque eso si que no tiene reemplazo. Por ahora...
Blondie: Muy bien pensado, nos ahorramos el pensar qué almorzar...
Letal: Eso es lo peor, poder dormir y que un aparato que no debería estar allí nos interrumpe. ¿Quién sabe la cantidad de ideas geniales que se han perdido por esto mismo...
Saludos y Suerte
Odio el telefono, odio la humanidad y odio odiar.
jlg
y si no es una cosa es otra... pero siempre algo nos perturba...
besos
Jlg: Todos odiamos a alguien alguna vez, es la parte aburrida de la vida, lo divertido es cuando nos odian a nosotros.
Enredada: En el mundo de hoy hasta el canto de los pájaros en primavera nos perturba.
Saludos
AAAAAAAAARRRG !!!!
(Sí, no es el comentario más inteligente que he colocado, pero es que la furia bloquea mi intelecto)
A todos nos pasa lo mismo después de una noche de mal dormir. Estas perdonado hijo mío.
Saludos
Voy a probar a despertarme directamente a martillazos... y quemaré el teléfono y el despertador, que solamente molestan con ese ruido que se mete en la cabeza desde bien temprano...
Hola D:
Los objetos persiguen a sus creadores. Los inventos también vuelven la espalda.
Saludos.
Mario: De tantos martillazos puedes quedarte sin ideas, te recomiendo que entre tu cabeza y la herramientas pongas una almohada.
JLVasconcelos: 'Los inventos también vuelven la espalda' ¿Y por qué no?
Saludos
Publicar un comentario