viernes, 19 de septiembre de 2008

Universales - Atrás


Contempla. Son tus recuerdos, todos ellos, cada uno de ellos. La sabiduría se esconde entre penas y alegrías, entre el pasado y el olvido. Todo lo que va quedando, lo que se pierde, lo que se abandona, lo que por placer o desidia termina aquí; donde podemos revisarlos, recordarlos, rememorarlos hasta el infinito. Sabiendo que, siempre, en todo momento, nuevos recuerdos se crearán y en nuestras manos caerán en un momento u otro.

11 comentarios:

JLV dijo...

Nada más cierto, Dragón.


Los recuerdos de todos tan queridos o repudiados, según sea el caso.

Salud.

jlg dijo...

Desde ayer estoy pensadno en escribir "mi vida la con las mujeres, una historia de risa", lo del autoayuda voy a escribirlo cuadno sea viejo, mientras me ayude a mi mismo es suficiente por ahora.

jlg

Dani The Girl dijo...

no me buzta la rima del final

y a vivir el presennnnnnnnnnnte mi estimado dike!

Mechi.- dijo...

justo ayer vi un libro acerca de por qué recordamos algunas cosas y otras no...

coincidencias :)

dijo...

siempre y en cada momento estamos forjando nuevos recuerdos...
mil besos

Anónimo dijo...

Jlvasconcelos: En este caso sólo me limité a escribir algo sabido por todos. Ahora, qué actitud tomar en cada caso, eso ya es otro tema.

Jlg: Como prefieras, pero sabé que vas a tener mucho éxito con ese libro y si lo escribis de viejo no lo vas a poder disfrutar, mucho.

Dani: Frase vieja y muy usada, 'sobre gustos...'

Mechi: ¿Segura que fue conincidencia?

Enredada: Ya lo dijiste: Siempre

Saludos

El Titán dijo...

Lo único que existe es el presente pero a veces la única realidad la constituye el pasado...

Anónimo dijo...

¿Nos pusimos filosóficos de pronto?

Saludos

JLV dijo...

El sedimento que nos enriquece y que amenta, muy cierto.
Te sigo.

Unknown dijo...

a veces siento que no se acumulan, simplemente fluyen y se van, y se van.
Tal vez dejan un rastro en la orilla, pero siempre se van.

Anónimo dijo...

Jlvasconcelos: No podemos sustraernos de nuestros recuerdos y, lo mejor que se puede hacer con ellos es aceptarlos.

Patto: Se van, si. Pero regresan cuando no los esperamos y cualquier cosa, por insignificante que sea, se convierte en el disparador perfecto para su regreso (un aroma, una flor, un libro, un papel arrugado, etc.)

Saludos