jueves, 6 de marzo de 2008

Sonríe...

…alguien poderoso te odia. Alguien que nunca expone su verdadero rostro. Alguien imposible de vencer e, incluso, de enfrentar. Más grande que ti, que mí, y que cualquier otro ser que no sea él mismo. Porque él es el único, inigualable, irrepetible, el mejor en lo que hace (si es que algo hace).
            Sin embargo, corre por tus venas el coraje heroico que nos llevará a la muerte.
            La derrota es, de por sí, segura. Pero sin una demostración inútil de valor carente de sentido, nadie cantará nuestra canción de gesta, nadie será el anónimo autor de nuestro propio Cantar de Rolando. Entonces lo enfrentamos, sin saber quién es, sin saber de lo que es capaz o no, sin saber nada de nadie; sin conocer siquiera nuestros propios límites, lo enfrentamos.
¿Recuerdas el lamento de Aquiles que, ya perdido en el Hades, ante la visita de Ulises, reconoce preferir el destino de un mísero labrador vivo del ática al final de un héroe muerto? Por lo que veo, supongo que no, no lo recuerdas.
            Sonríe, alguien poderoso te odia, a ti y a mí. Podrás llamarle Dios, Encargado, Padre, Amigo, Universo, Supervisor, Creador, Jefe, Destructor, o de la forma en que lo prefieras; pero, aun así, no dudará en cegar nuestros corazones.
           Sonríe pues, en definitiva, es lo único que nos queda.

3 comentarios:

Der Greine dijo...

Se pueden derrotar, cariño. Aunque nadie lo crea.

Anónimo dijo...

Si, cuesta mucho, pero da tanto placer verlos caer!

J.

Der Greine dijo...

Oh si!!! Eso si es cierto!