lunes, 7 de enero de 2008

Noticia

Es increíble lo poco interesantes que resultan de los diarios en estos días. Tal vez por agotamiento, porque ya no saben qué noticia replicar o de dónde copiar materiales. Lo cierto es que en verano la calidad del periodismo local, ya en decadencia, se muestra más degradado de lo acostumbrado. Por ejemplo, esta noticia fue publicada por un diario del interior de la provincia de Buenos Aires y no es, bajo ningún punto de vista aparente, una tomadura de pelo. Al menos es lo que creo.

La verdad sobre el Jo, Jo, Jo

Seguramente habrán oído alguna vez la emblemática risa del famosísimo y bien amado por todos los niños, y no tan niños, San Nicolás (Santa Claus o, si se vive en estas latitudes, Papá Noel). La cual exponemos en el título, es decir: ¡Jo, Jo, Jo!
    Sin embargo, un estudio realizado en conjunto por las Universidades de Oxford, la de Yale, junto con científicos de Conicet de diversas ramas del saber científico, ha determinado que lo que en realidad escuchamos cuando el simpatiquísimo fofo sobrevuela nuestras cabezas repartiendo regalos, no es una alegre risa de satisfacción, sino un desgarrado grito de dolor.
    Así lo determinaron este conjunto de científicos que no han dado a conocer sus nombres. Lo que Santa Claus grita todo el tiempo es: ¡Joder, qué dolor!, con tres letras o, las cuales han sido interpretado siempre como una risa de grave sonido. Ahora bien, ¿cuál es el dolor que aqueja a éste personaje?
    La conclusión a la que han arribado por medio de una investigación interdisciplinaria que incluyó la lingüística, la filología, la sociología, y otras disciplinas científicas en desuso, es que, producto de su actividad habitual, San Nicolás ha desarrollado una triple hernia de disco en su espalda. Este es el resultado de cargar de mala manera y durante años con una bolsa enorme de regalos para aquellos niños que según parámetros poco claros y que nadie sabe quién o cómo se han determinado, se han portado bien durante el año anterior.
    Entre los resultados del mencionado estudio se indica, como una de las pocas maneras, sino la única, de aliviar el dolor de regordete hombre de rojo, es sin temor a posibles represalias de ningún tipo, portarse mal. Desde esta humilde publicación tomamos en nuestras manos lograr esta ayuda rogando a cada niño del mundo que abandone la idea de comportarse como un niño bueno durante todo el año, ayudemos a mitigar el dolor de Papá Noel, siendo lo más grandes hijos de putas que seamos capaces.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no me lo creo

y a mi no me seleccionan cuadros para las exposiciones!!!!




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