jueves, 2 de marzo de 2017

Dialoguillos # 24

La madre y el niño, pequeño, quizás unos cinco años, compartiendo el asiento del ómnibus (sí, paso mucho tiempo en transportes públicos).
            —Tengo hambre, mamá —dijo el pequeño.
            —Bueno, ya casi llegamos, en un ratito estamos en casa.
            —Sí, ya sé, pero tengo hambre ahora —continuó el niño—. ¿Sabes cuánto hambre tengo?
            —A ver… ¿Mucha? —siguió el juego la madre sin dejar de mirar por la ventanilla del vehículo.
            —¡Me comería un oso panda! Enterito, enterito —respondió el pequeño lamiéndose los dedos de la mano izquierda.
            —Bueno, pero acordate que están en peligro de extinción y que quedan pocos —dijo la madre mirando la pantalla de su celular.
        —Ah… —expresó su desazón el pequeño; claro que dicho sentimiento duró muy poco, el hambre, sin dudas, era más fuerte—, entonces, por las dudas de que se acaben, me como dos…

9 comentarios:

José A. García dijo...

Lo que se dice, tener la prioridades bien claras.

Nos leemos,

J.

censurasigloXXI dijo...

Yo me sé de un pequeñajo que empezaría con el ¿Y si...?
- ¿Y si los pandas tienen pelo como se lo quito antes de comérmelo...?
- ¿Y si quedan pocos son chicos o chicas?
- ¿Y si son chicas y tienen un bebé?
- ¿Y si se acaban qué habrá?
- ¿Y s no hay qué me comería?
- ¿Y si no hay y el bambú no se lo comen?...

El problema es encontrarle respuestas que le puedn convencer, jajajja.

Un abrazo.

Ame dijo...

Vaya, en un mal momento has logrado sacarme una sonrisa, toca agradecerte

Mi beso, José

gla. dijo...

Y si...pudiéramos saber que contestar a las preguntas de los niños
Abrazos

ოᕱᏒᎥꂅ dijo...

ese niño se parece a mi hija, que dice que la felicidad es comer jajajajajaja

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Sirve para no idealizar a la infancia. No le preocupan para nada que se extingan.
Saludos.

Amapola Azzul dijo...

El hambre tiene una necesidad de comida muy arraigada.
Besos.

la MaLquEridA dijo...

Cuando se tiene hambre lo demás pasa a segundo plano. Comer es lo primero ya después averiguamos :)


Un abrazo

Geraldine, dijo...

jaja...muy precavido el niño...