Capítulo 23 – De la muerte
Flotaban los sobres de aderezo caducos por la
inmensidad del cosmos, contemplando sin ver y en silencio, las estrellas y la
danza de los cuerpos celestes. Sintiendo, muy tenuemente, una extraña fuerza
que tiraba de ellos.
—¿Lo
sientes? —preguntó el ketchup de abril, con un dejo de temor en su interior.
—Por
supuesto, es una fuerza que nos iguala, que no distingue de jerarquías ni de
fundamentaciones en su accionar —respondió, con cierto todo de resignación, el
ketchup de octubre.
—Hablas
como si supieras de qué se trata, cuando lo que se siente es, apenas, una suave
caricia.
—No
tenemos manos, ergo somos incapaces de entender lo que una caricia significa —respondió
el ketchup de octubre.
—Es
una metáfora.
—Lo
sé. Por supuesto que sí, pero, sobre ciertos temas, aunque parezca que sólo
puede hablarse a partir de metáforas, en necesario hacerlo abiertamente, sin
remilgos.
—¿Qué
es, entonces, esa fuerza que nos igual? —preguntó el ketchup de abril intuyendo
que la respuesta no sería del todo de su agrado.
—Dudo
que sea otra cosa más que la muerte —respondió el ketchup de octubre.
—¡Sabía
que dirías eso! —exclamó el ketchup de abril.
—Lo
sabías pero necesitabas escucharlo.
—Ciertas
verdades resultan aceptables sólo cuando alguien más las pronuncia. De ese modo
obtienen otra entidad, otra realidad en sus palabras, que sin bien podríamos
haberlas dicho, preferimos limitarnos a escucharlas.
—Es
el parlamento más extenso que creo haber escuchado en todo el tiempo que
llevamos juntos —dijo el ketchup de octubre—, y eso es demasiado tiempo.
—Si
es un cumplido, gracias; si no lo es, también, gracias. Es poco lo que queda
por hacer si tienes razón.
La
fuerza que apenas se dejaba sentir anteriormente, comenzaba a ser cada vez más
evidente, más persistente, marcando su presencia, señalando que allí existía
algo más que sólo ellos dos.
—Salvo
esperar —concluyó el ketchup de octubre.
—Como
si eso no fuera, de por sí, demasiado —dijo el ketchup de abril.
4 comentarios:
¿Será la materia oscura lo que perciben?
Siempre dudo en si habré interpretado bien aquello que quieres decir, muy caracterírtico de tus escritos en mí. También te siento como una especie de juez que pensará: "Esta mujer no se entera de nada. le voy a hacer copiar cien veces: 'En clase estaré más atenta' "... :)
Bueno, pues esta vez es posible que pase lo mismo.
Allá va.
Es patente ese sentido de la vida que sienten ambos, aunque caducados, parece que sienten un final flotar como una especie de, no, amenaza no... una especie de ligera brisa que avisa de que cualquier día te soplará de muy cerca. Vivir sintiendo la muerte revolotear, como si esa brisa fuera de sus alas; y, lo más bonito es que se trata de una sensación cósmica y no humana solamente.
Aaaaah, me gustó el texto.
Un abrazo y tu cafelito.
Demiurgo: realmente, la mayor parte del tiempo no sé de qué es lo que hablan estas criaturas, sólo me contento con servir de escriba para sus diálogos.
Censuras: No creo estar en posición de juzgar a nadie, ni a nada, por ninguna razón. Estos textos, como todos los del blog, son de libre interpretación. De allí hacia donde se entiendan. Y si no se entienden es puramente culpa de quien los escribe (sea quien sea ese personaje).
Gracias por las visitas y los comentarios.
Saludos
J.
Los ketchup son acariciados levemente antes de apachurrarlos.
Saludos
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