martes, 23 de diciembre de 2014

La conquista sexual de América Latina

Primero debemos comprender que será un proceso necesariamente extenso. Quizá tome un siglo, quizá más. Las fechas siempre son aproximativas, nunca definitivas (porque no podemos aplicar en éste caso el Carbono-14 como quisiéramos, ya que sólo funciona hacia el pasado y no hacia el futuro (la ciencia siempre nos decepciona de algún modo)).
            En un principio comenzaremos a creer que EEUU y Europa ya no son los socios comerciales adecuados para los productos latinoamericanos. Por lo que, los países necesitados de divisas, saldrán a la caza del dinero oriental, no me refiero aquí del peso uruguayo, sino de algo un poco más al este. Firmando cualquier tipo de contrato sin siquiera leerlo realmente por estar escrito en chino básico (y, sólo por ésta vez, dicha afirmación será completa y totalmente, cierta).
            Argentina será la punta de lanza de todo el proceso. Pero no se deberá a que lo único que allí se produce sea soja y biodiesel, sino porque así nos dejaremos tratar. Por eso mismo, la producción argentina ha de salir por Chile y no por los puertos existentes en el territorio nacional. Sin discutirlo, lo aceptaremos.
            Luego se crearán las escuelas de idioma sinoargentinas para que aprendamos a hablar en su idioma y no ellos en el nuestro. Pero, como se pondrán de moda los insultos en mandarín, los aprenderemos sin más; aunque sólo sea para insultar al taxista que nos salpicó de barro en la calle que siguen sin asfaltarse.
            Quizá lo mejor de éste cambio sea que la plaga de botineras desaparecerá de la sociedad. Pero el gremio de mujeres desesperadas por el dinero y la fama a cualquier precio, creará un nuevo fenotipo. Nacerán, luego de una conversión obligada de los estereotipos femeninos, las chineras. Mujeres que sólo aceptarán como posibles parejas exclusivamente a políticos, empresarios y millonarios de nacionalidad china. Pero nunca, ni por error ni casualidad a japoneses, coreanos ni nativos de ningún otro país oriental. Ignoro cómo, pero aprenderán a identificarlos sin el menor margen de error. Sea como fuere, formarán una casta sobre la cual, el resto de las mujeres, despreciarán o envidiaran en igual medida.
            La política de un hijo por pareja impuesta hace décadas en el país asiático, hará necesaria, también, la importación de mujeres. Pero la contaminación ambiental de la antigua ciudad prohibida tornará más práctico el viaje hacia las pampas americanas de los hombres antes que el traslado de las mujeres hacia dichas latitudes. Por otro lado, las más beneficiadas por la política de un solo hijo serán, por supuesto, las chineras, que no verán afectado su aspecto físico más que una única vez a lo largo de su vida útil (reproductivamente hablando). Pudiéndose dedicar, luego del parto, a sus actividades predilectas, como ser el gimnasio y el ocio contemplativo de la televisión.
            Las parejas socialmente aceptables dejarán de ser las de individuos del mismo país y serán, muy darwinianamente hablando, las que posean un miembro asiático. Se entiende que será, principalmente, un miembro masculino. Mientras que, en otras partes del mundo, la importación de novias soviéticas sostendrá la economía de la Unión Europea que cobrará regalías por el usufructo de los cuerpos y capacidades reproductivas de sus ciudadanas.
            Poco a poco, se irán multiplicando los latinoamericanos con sangre asiática en sus venas, por lo que, luego de todo éste proceso, América Latina dejará de ser un territorio subcolonial de los EE.UU. para ser colonia de pleno derecho de China (sean cuales sean dichos derechos).
            Por supuesto que todos estaremos felices, comiendo arroz, sembrando soja, con Mao en nuestros corazones y de la mano con Perón, virando cada día más, hacia el lado consumo-comunista del mundo.

7 comentarios:

José A. García dijo...

Espero que no sea necesario aclarar el humor y la ironía que puede destilarse de este texto.

Saludos

J.

Sgt. Pepper dijo...

Vaya ocurrencias las suyas. Gracias por arrancarme unas sonrisillas :)

Sgt. Pepper.

Boris Estebitan dijo...

Gran post... buena ironia con tintes de realidad, las mujeres en China escasean, los pobres chinos no saben que hacerse para tener novia.

la MaLquEridA dijo...

Prefiero morir antes que tener nada que ver con los chinos, ¡Horror!

Ame dijo...

Latinoamericanos mezcla con sangre asiatica, más que sonrisas me ha producido escalofrío.
Aunque eso de tener un hijo por pareja, no estaría del todo mal, no por imposición, más bien por decisión propia.

Que pases una dulce navidad, JOSÉ, muchos besos

mariarosa dijo...



Hasta ahora todo eso lo vivimos de la mano de los yanquis, ¿comenzaremos con los chino'

¿No sera un cuento chino lo tuyo?

mariarosa

Esilleviana dijo...

Por estas latitudes, los establecimientos regentados por personas orientales han invadido los barrios de clase media, además de adquirir cada vez más grandes locales comerciales que dedicarán a sus negocios procedentes de China. Son los amos de casi todo el mundo... Hasta ahora no he encontrado un chico/hombre guapo y chino, espero que su conquista se retrase aún más. Feliz año 2015 con todo lo mejor para ti o al menos, que la mayoría de situaciones y acontecimientos sean positivos.

un fuerte abrazo