Se odiaban, se amaban, por igual; como la
mayoría de las parejas que conocían. Aún de aquellas que no tenían necesidad de
demostrarlo. A veces se odiaban más; otras semanas el amor preponderaba. Pero
nunca lo sabían de antemano. Quizás a meses de odios contenidos los seguían
meses de violencia mal dirigida hacia objetos o animales.
Otras veces, el amor duraba años.
Una condena, un castigo, una
maravilla. El paraíso, el purgatorio ineludible; cualquier otro calificativo
también cuadraba bien en tan extraña situación.
No estaban solos en el universo, ni
mucho menos. No, nada de eso, simplemente, las cosas, se habían ideo dando de
ese modo.
Odiándose unos días.
Amándose otros.
Equilibrando, a veces, la balanza,
con un poco de fanatismo.
Y mucha improvisación.
6 comentarios:
O sea, ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario.
En una de las últimas líneas dice "ideo" supongo que es ido.
Gracias, no me había dado cuenta del error de tipeo. Y eso que lo leí varias veces antes de publicarlo.
Ni bueno ni malo, sólo vida, que le dicen.
Saludos
J.
Dicen que los opuestos se atraen. Parece ser una verdad irrefutable...
Exactamente. Hace meses que vengo queriendo escribir algo así, simplemente no podría ser más cierto ni mejor escrito. Un abrazo y gracias!
Éso es un matrimonio bien avenido? :)) o simplemente, amistad.
Un abrazo
La vida tiene mucho de péndulo oscilante... mientras más llevas el péndulo a un lado con más fuerza vuelve al otro salvo que lo ates.
Saludos
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