En una
reunión social donde los que sobrábamos éramos los hombres.
—Esta
sociedad es demasiado machista —dijo una de ellas.
—Cierto,
siempre se cae en los extremos —dijo otra.
—Por
supuesto —intervine—, las cosas en su justa medida siempre se hacen bien.
Por alguna
razón, dejaron de invitarme a sus reuniones (por suerte).
6 comentarios:
Algunos sitios resultan, por demás, exclusivos.
Saludos
J.
En realidad ,si no hay equilibrio la cosa no anda y se torna aburrido.Un beso Martha
A veces es muy beneficioso no ser invitado a algunas reuniones.
imagino el silencio y cruce de miradas después de tu intervención...
Hiciste bien, colega demiurgo.
Me baso en eso por lo que escribís entre parentesis. A veces es mejor no ser invitado.
Y entonces descubriste que es mejor estar solo.
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