domingo, 1 de agosto de 2021

No pretendo ser original ni cosa parecida

Este texto no es original.
    No lo es porque varias veces he visto y leído en muchos otros lugares cómo se reconoce que por tal o cual motivo no se pudo escribir, no se tiene ideas nuevas, no aparece nada interesante con lo que rellenar una página o las musas ―cuando no las muzzas― han fallado en su cometido de servir de inspiración. Todo para desviar la atención del hecho de que la escritura es un trabajo no remunerado altamente demandante que requiere esfuerzo, dedicación, práctica, mucho escribir, mucho borrar, mucho volver a escribir para volver a borrar, intentarlo una vez más, distraerse con alguna otra cosa, olvidar lo que se quería escribir, no darse cuenta que nos estamos repitiendo, no darse cuenta que nos estamos repitiendo y seguir adelante como si nada hubiera pasado. Pero es así, escribir es un trabajo. Aunque haya quienes continúen sosteniendo la idea de que el arte es meramente inspiración.
    Visto de afuera escribir hasta puede parecer ser divertido, decir que se es escritor/a da un aura de distinción que sólo quienes no escriben pueden percibir como tal. La desesperación, las ojeras, los dolores de cabeza ―de espalda o de cualquier otra parte del cuerpo―, el camino de la autodestrucción a la Hemingway y todo lo demás, siempre va por dentro, aunque sea en extremo evidente.
    Esto para no mencionar que era fin de semana, que no había pensado en nada, que tenía que actualizar el blog y entonces pensé en robarme la idea de alguien más para decir lo que ya sabía: que no tenía nada para decir. Claro que esto no es un problema, porque por lo general nunca tengo nada para decir, la cuestión es saber disimularlo, darle una pátina de algo más, de diálogo filosófico, de mezcla de géneros tan a la moda actual ―como un policial con razas extraterrestres que pueden atravesar el continuo espacio-tiempo para eliminar la existencia del investigador antes de que se produzca el crimen contando chistes sin vocales, cantando canciones de folk mientras bailan la tarantela―. Podría aprovechar el espacio y recomendar algún libro que nadie haya leído o vaya a hacerlo porque solo leo libros viejos ―el precio de los libros nuevos desmotiva cualquier gasto―; mencionar un disco que sólo escucharé una vez más antes de olvidarlo en medio del ruido cotidiano de la ciudad; analizar una serie de esas que te cuentan una historia en cuentagotas en quince temporada de diez capítulos para terminar diciendo que todo es un sueño, pero después por “presión del público” hacen cinco temporadas más para reafirmar que en efecto era todo un sueño, aunque de alguien más. En la actualidad hay tantos espacios que se ocupan de estas cuestiones que resulta muy difícil aportar algo diferente.
    Visto de afuera escribir hasta puede parecer ser divertido, sentirse parte de la literatura, aunque nadie lo reconozca de esa manera, es algo por completo diferente. No se puede explicar, se lo vive o se lo ve por televisión en horario diferido como los juegos olímpicos de Tokio quejándonos del mal desempeño de personas que han dedicado su vida a algo que no pasa ni siquiera cerca de nuestra experiencia personal.
    Frente a eso, cualquier otra cosa es un exceso.

13 comentarios:

José A. García dijo...

Todo se complica cuando ya ni ideas te quedan.

Saludos,
J.

la MaLquEridA dijo...

Ni más que agregar, todo lo has dicho de forma correcta.

Es así.

Un abrazo José

JLO dijo...

Describiste mi propio blog je. Pero mientras los entretenemos con algo no? Algún día se van a dar cuenta y nos van a dejar solos. Saludos.

Tot Barcelona dijo...

Bueno, al menos el bloc está actualizado, que era la primera premisa que uno tenía.
salut ¡

lunaroja dijo...

Muy lúcida tu exposición, a pesar de no tener nada que decir :)
El acto de escribir es un ejercicio como decís,una disciplina y un trabajo que cuesta y a veces desespera.
Cuando ( yo, por lo menos) en esa desesperación es cuando digo que huyen las musas. Hay que dejar que se aquiete ese bloqueo para que todo vuelva a fluir.
Y aún en el bloqueo, escribir, aunque sea una idiotez en una frase.
Un saludo.

mariarosa dijo...

Menos mal que no tenias nada para decir ni contar. Saludos señor escritor.

mariarosa

Ginebra dijo...

A mí siempre me ha parecido un trabajo muy difícil la escritura, por eso mismo no me he atrevido a ir más allá de unas entradas en el blog.
Saludos

Dyhego dijo...

¡Menos mal que no tenía nada que decir, jajaja!
Muy bueno.
Creo que un escritor debe contar cosas interesantes.
Salu2.

Doctor Krapp dijo...

Muy acertado, nosotros por aquí en este tiempo tenemos la disculpa de que es agosto, la canícula de verano, y que todo el mundo está de vacaciones y no está para blogs.

Respecto al trabajo de escribir hay que reconocer que es cansino pero no obligatorio comparado con lo que hacen los obreros en las obras o los mineros en las minas. Respeto a la gente que lo hace por arrebatos espontáneos o casi sin corregir lo escrito de una tirada es una posibilidad. Yo no llego a tanto, pero soy de pocas correcciones cuando empiezo a escribir. En los comentarios casi ni reviso lo escrito. En este solo un verbo

Saludos

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Escribir es para amargarse. Y seguir haciéndolo, escribir una vez más.
Saludos.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Se quería decir y se dijo. Un abrazo desde mi cubil colombiano. Carlos

José A. García dijo...

Gracias a tod@ds por comprender, no siempre se hace a tiempo de escribir.

Saludos,

J.

Frodo dijo...

Herr J, usted es cínico, dice estupendamente que no tiene nada estupendo para decir.

Abrazos