lunes, 26 de noviembre de 2012

Las aventuras intergalácticas de los sobres de ketchup caducos

Capítulo 8 - De la soledad


—¿No te sientes solo por momentos? —preguntó el ketchup caducado en abril interrumpiendo el letargo filo-filosófico de su compañero de derrotero cósmico.
—Imposible —respondió el ketchup de un octubre olvidado—. Porque siempre estás tú aquí para recordarme.
—¿Qué te recuerdo? —preguntó sin fingido interés el ketchup de abril.
—Que mi ideal es imposible de lograr mientras nuestras órbitas tiendan a converger…
—Pues yo sí me siento de ese modo —dijo el ketchup de abril—, aún estando aquí, contigo, soportando tus silencios y suspicacias.
—Me lo imaginaba.
—Me sentiría de igual modo de encontrarme en medio de una multitud, sin dudas, si ésta no compartiera mi sensibilidad.
—¿Ah, si? —dijo, más lleno de desinterés que de tomate triturado, el sobre de octubre.
—Por supuesto. Estar rodeado por entes que no perciben lo mismo que tú, que no interpretan el universo de la misma manera es estar, también, un poco sólo.
—Sabes que nunca has estado en medio de una multitud, ¿cierto?
—Si, lo sé.
—Muy bien. Entonces sabes cómo me siento en cada momento de mi vida —dijo, antes de volver a guardar silencio, el revolucionario ketchup de un octubre caducado.

4 comentarios:

José A. García dijo...

Gracias a tod@s por continuar las aventuras de ésta tan extraña pareja.

Saludos!

J.

censurasigloXXI dijo...

Muy bueno lo de las órbitas convergentes!!! :)))

Besito y cafelito!

Esilleviana dijo...

... acompañado por otro solitario. Al final, todos nos creemos únicos, individuales, diferentes y no somos más que mayoría, colectividad y generalidad? somos sociedad.

Un abrazo

Martha Barnes dijo...

ES la figura de un matrimonio aburrido!!!!Martha