miércoles, 8 de agosto de 2012

Con los ojos abiertos, o no


Infinidad de cosas sucedieron con los años, algunas más terribles que el enfriamiento de la pasión y sus consecuencias rutinarias. Otras no tan pesadas como las variaciones de un color a otro en el cabello. Nimiedades e imposibles. Sin nada en el medio, sin una mirada lanzada al azar, para comprobar que todo continuaba como antes, y que sobre el horizonte más cercano, no se adivinaba tormenta alguna.
El error, tan grande, tan inmenso, que ni siquiera se lo podía conceptualizar, gravitaba allí mismo. Se lo podía sentir con la yema de los dedos. Innegable y, al mismo tiempo, ignorado Una de esas cosas que, de intentar cambiarla, la vida misma perdería su sentido, su ser sin ser, su esencia.
Y la inercia, desde siempre, ha sido más fuerte. Mucho más.
Tanto que ni el esfuerzo deliberado vale la pena.
¿Para qué? Si es mucho más fácil fingir que el tiempo no pasa, y que todo es como ha sido siempre, con los ojos abiertos, o bien cerrados, lo mismo da.

12 comentarios:

José A. García dijo...

Mi ausencia en los blogs de mis lectores se debe, como siempre, a la falta de tiempo físico para hacer todo lo que quier hacer en un día.

Creo que ni teniendo 100 horas al día podría llegar a ponerme al corriente de todo lo que quiero hacer.

Pero bueno, lo estoy intentando. Por ahora ya me compré dos relojes, así que mi día ya tiene 48 horas.

Saludos

J.

Alejo Z. dijo...

Esa falsa representación que les da entender el eterno status quo de la realidad, el conformismo rutilante dentro de la mente de "ellos", los que ya no viven, sólo respiran.
Un abrazo José.

Mista Vilteka dijo...

Debo decir que me ha encantado esta entrada. Cuando leí "Nimiedades e imposibles" me costó seguir porque me pareció un par de palabras que juntas tienen un peso de condena, de elefante maduro en los hombros. Y luego, sigo, y me encuentro con "Y la inercia, desde siempre, ha sido más fuerte". Caramba, terrible, horror. Sí es más fuerte. Lo será. ¡Felicitaciones! Cómo me ha gustado el despecho de este texto...

¡Un abrazo!

F:

serafin p g dijo...

al relato: el error es grande, es inmenso, inagotable, infinito, tanto como relativo.

al comentario: tener dos relojes te da días de 12 hs. te lo sopla alguien que tiene dos comprados y uno robado.

estos minutos de lectura son sacados de otro reloj, uno especial para la ocasión.

saludos José!!

Sole dijo...

Lo bueno es que la calidad de lo que escribís nunca decae. Muy bueno, como siempre.
Un abrazo.

Pazchi dijo...

Escribiste un hermoso agujero negro. =)

Un saludo

dakota73 dijo...

Descubriste la esencia y el misterio del matrimonio y de la vida misma...

Mechi.- dijo...

Hay que aprender a ver los errores con otros ojos, por si no lo son...
Y, en cuanto al tiempo, insiste en que tengamos paciencia, aunque no sepamos para qué...
No siempre importa...

Saludos!

Anónimo dijo...

A veces es mejor cerrar los ojos
y no abrirlos por un tiempo
crear otra vida u otra realidad
a muchos nos vendría bien.

Un abrazo José.

Manco Cretino dijo...

Pucha! Cuesta reconocer ciertas verdades negras para nuestros días grises.

Joe dijo...

A mi el tiempo últimamente me está pesando, pero fingir que no pasa... no se puede.

jlg

José A. García dijo...

Gracias a tod@s por sus comentarios!

Ya va siendo hora de que vuelva a visitarlos a ustedes en sus respectivos hogares.

Saludos y Suerte

J.