lunes, 9 de mayo de 2011

Del Logos al Mitos # 3

El miedo al ridículo condena al hombre a comportarse como un hipócrita consigo mismo. Y como un hijo de putas con todos los demás.

1 comentario:

José A. García dijo...

Sobretodo para lastimarse y seguir sintiéndose vivo.

Saludos

J.