lunes, 8 de diciembre de 2008

Tu música la escuchan todos


Mientras el ómnibus se desplazaba lleno de gente, con todos los asientos ocupados e incluso con personas de pié en el pasillo, pensé que la música que se oía por sobre las conversaciones y el ruido del motor, provenía de la radio del conductor. Tal vez esa era la única forma que había encontrado para sustraerse de los murmullos del interior de vehículo y atender, al mismo tiempo, al trayecto.
El ómnibus continuó devorando kilómetros de asfalto de aquella interminable ruta; los pasajeros llegaban a sus destinos uno tras otro, en una clara sucesión. Quedaban pocas personas a bordo, pero la música persistía; su volumen resultaba cada vez más alto ahora que eran menos los cuerpos que absorbían el sonido, la cadencia repetitiva hasta el hartazgo resultaba imposible de negar.
Podía asegurar que no era la radio del ómnibus la que taladraba el silencio arrullador del motor, sino que aquel ruido provenía de otro sitio.
Sin el menor disimulo de mi parte, porque tampoco era necesario algo semejante, observé a las pocas personas que continuaban viajando. Buscaba algo que, a mí único entender, no estaba del todo bien. No demoré demasiado en encontrarlo.
Perdida en la penumbra de la noche, la poca luz del interior del ómnibus, y la soledad de los últimos asientos, una mujer, tan joven que parecía recién salida de la adolescencia, escuchaba música a todo volumen con sus auriculares rojos. Veía cómo movía la punta de uno de sus pies por sobre el apoyabrazos del asiento al ritmo de la melodía, la misma que atravesaba los rumores y la distancia para llegar con todo su ímpetu hasta mis oídos y más allá.
Al verla pensé en la salud de la melómana niña, y si tan necesario para su bienestar emocional era dañar de modo tan atroz (y no me refiero a la música en sí, sino al hecho en particular), sus pobres tímpanos que, una vez lastimados, jamás se recuperarían. Bien lo sabía yo gracias a mi sordera.

10 comentarios:

tisbe dijo...

Amigo mío,como lamentablemente muchas cosas,diluimos la importancia de la música,que la tiene,en un ofuscar los sentidos,también este placer dejó de saber paladearse como debe de paladearse las cosas bellas,con su justo volumen que te permita captar matices,no a lo fácil,a la moda,a aturullarse uno,lo de menos lo que suene,lo de menos regodearnos en una letra hermosa o en una hermosa melodía,una pena...casi nada se cocina ni se paladea a fuego/volumen lento.

Para que ya quedes perplejo del todo te contaré que yo sí que aluciné cuando una mamá muy fashion ella,llevaba en la sillita,la más moderna por supuesto,a su bebé,tendría un año,con un ipod colocado en sus oíditos,supongo yo aunque no soy médico que a medio formar aún,como yo le iba haciendo carantoñas a la niña,me atreví a decirle a la mamá,no crees que esa música le puede afectar en un futuro a la audición? me dijo,qué va,le encanta,en cuanto se lo pongo se queda callada...pensé,pues cuando sepa hablar y sea mayor,reza porque siga callada y no te mente a tu madre,guapa.

Un fuerte abrazo

Mechi.- dijo...

Yo siempre pienso lo mismo.. porque a mi me gusta la musica fuerte en mi casa, pero con auiriculares no es tan necesario tanto volumen... :/

Ademas, es molesto para todo el resto de la gente.. eso y que escuchen directamente sin auriculares, cual dj del colectivo... es terriblemente molesto...

Dani The Girl dijo...

no es por moda.
no es por justificarme, tampoco.
pero a veces necesitas, justamente, abstraerte de los ruidos molestos y perturbadores.

JLV dijo...

Hola D:
Aguda observación de algo que ocurre a cada instante y, por lo mismo, se nos escapa.
Y el tímpano... un nuevo campo de acción para los médicos.
Saludos.

Tenshi Ibarrx dijo...

DE chica me gustaba mucho que me reventasen los tímpanos, creo que es algo de la juventud. Lo que aborrezco es a la gente que prende el celular con música, si a ellos les revientan los tímpanos más o menos en privado, no me ofenden. Va a llegar un día én que la polución sonora será como ese cuentito de Ballard, donde el ruido o más bien la basura sonora llenaba las calles de las ciudades y los sonidos quedaban viciando el aire y había que recolectarlos y arrojarlos a basurales de sonido, el sonido no es invisible ni inhaprensible, ocupa un espacio real. Bah, tampoco quiero ser fatalista, el mundo hace mucho ruido sin nosotros también pero la música puede ser una maldición, y eso jamás me lo hubiese imaginado de chica, cuando gustaba perforarme los tímpanos.
Muy bueno, Dragón.

NaNa dijo...

ES CIERTO, CADA VEZ QUE VEO ALGO SIMILAR ME DAN GANAS DE TOCARLE LEVEMENTE EL BRAZO, INDUCIR A LA PERSONA A QUE SE SAQUE UNO DE LOS AURICULARES Y DECIRLE "ESCUCHAR MÚSICA A ESE VOLUMEN OCASIONARÁ DAÑOS IRREPARABLES EN TU SISTEMA AUDITIVO"... PERO DESPUÉS ME DA VERGÜENZA.


HACÍA RATAZO QUE NO PASABA.
SALUDOS!!

Anónimo dijo...

me pasa todo el tiempo con mi hna. XP
y no sabía que el que llamó esta tarde era vos, pensé que era alguien de algún trabajo preguntando por tetis.
saludos!

((Cioran el pirata)) dijo...

Solo estamos haciendo apología de lo realmente patética e ignorante que es (perdón que somos) esta sociedad, muchas cosas son impuestas, otras son modas pasajeras, aun así las personas no dejan de fumar sabiendo el riesgo cierto que a futuro esto les representa, que mas decir…, buena observación.
Pase a saludar cuando guste.
SALUDOS.

El Titán dijo...

La música puede ser tan adictiva que lleva a estos excesos...
Pero en este caso concreto, más que moda yo veo autodestrucción...

Muy buen texto, gráfico y preciso...

Anónimo dijo...

Tisbe: Triste lo que nos cuentas, pero la gente piensa cada vez menos en su salud más allá de si tiene o no gripe. Y le importa mucho menos los que suceda con los demás. Porque la gente ya no convive con los otros, coexiste, y ese es el problema.

Mechi: Es molesto, claro. Y pésimo para los oídos y si les decis algo aparece la violencia para completar el cuadro.

Dani: ¿A tanto volumens? ¿Y a qué precio?

JLVasconcelos: A cada instante y en cada lugar. Los médicos felices de poder seguir trabajando.

Barbie: No estoy en contra de la música, ni en contra de escucharla. Yo apunto al hecho de no percatarse de que por querer aislarce de los otros, a esos mismo se molesta. Es una situación de 'te jodo antes de que me jodas'. Y ballard es el único escritor capaz de contarte las miserias de la humanidad por venir y que la gente crea que es ficción.

Susanita: No pierdas el tiempo, porque no lo entenderían. Creerías que queres asaltarlos o venderles algo y te ignorarán o, lo que es peor, subirán más el volumen.

L.: Escondele los auriculares y vas a ver como se cura.

Cioran: Gracias. Las publicidades están haciendo estragos con el poco sentido común que le quedaba al hombre.

Titán: En mi diccionario ambos términos son sinónimos.

Saludos